Indigenous language endures in Peru despite centuries of discrimination

Por AP - Septiembre 28, 2021

Miércoles 1 de septiembre del 2021. En una primaria pública en Licapa, Perú, un estudiante colorea un zorro durante la clase de nombres de animales en idioma quechua. Hace quinientos años, el quechua era la lingua franca del Imperio Inca, que se extendía desde lo que hoy se conoce como el sur de Colombia hasta el actual centro de Chile.  (Foto AP/Martín Mejía)

CCARHUACC LICAPA, Perú— Leila Ccaico camina lentamente al frente de su clase, en una zona rural de los Andes. Titubeando, mira a sus compañeros. Obedece a su maestra y comienza a cantar suavemente en quechua.

Es el primer año que la estudiante de sexto toma clases de lectura y escritura en el idioma indígena que aprendió de sus padres, un lenguaje que ha sobrevivido a siglos de discriminación y leyes que desalientan su uso.

Revivir y promover el idioma quechua fue el centro de atención el pasado mes de agosto. El nuevo primer ministro de Perú —por primera vez en la historia del país— dio un discurso al Congreso en quechua, sorprendiendo a la república entera.

Muchos políticos se enfurecieron al no poder entender el discurso, pues no había traductores disponibles. Este hecho ilustra el estatus de segunda que tiene el idioma quechua para el país sudamericano.

Pero el incidente también sembró esperanza entre los hablantes de quechua. Esperan que el nuevo gobierno de Perú, liderado por un maestro rural de una región indígena, incremente la visibilidad de su idioma y el presupuesto para la educación bilingüe en los poblados donde las infancias, a menudo, dudan sobre usar este antiguo idioma.

“Me siento rara hablando quechua; es vergonzoso,” dice Leila, de 11 años, cuyo nombre en español se pronuncia algo así como “Eikou”.

En español, dijo que los niños que hablan quechua en su escuela son molestados. Añadió que las familias en su poblado no quieren que los niños aprendan el idioma porque piensan que no les ayudará cuando se muden a las ciudades para trabajar.

Leila Ccaico, cuyos padres son granjeros de alpacas, dijo que dejó de hablar quechua de forma fluida a los 6 años. Relata que en una visita a una ciudad en Perú, empezó a hablar en quechua y su hermana mayor le pidió que se detuviera, porque la gente que pasaba se burlaría de ellas.

Es una situación a la que los hablantes de quechua se enfrentan continuamente en Sudamérica, aún cuando el idioma es utilizado por aproximadamente 10 millones de personas en la región. El quechua se habla ampliamente en Perú, Ecuador y Bolivia, países que han declarado al quechua como idioma oficial en décadas recientes.

Hace quinientos años, el quechua era la lingua franca del Imperio Inca, que se extendía desde lo que hoy se conoce como el sur de Colombia hasta el actual centro de Chile.

El reconocimiento del idioma comenzó su declive con la conquista de los españoles sobre Perú. Aunque en un inicio las autoridades españolas toleraban el quechua, lo prohibieron a partir de una rebelión indígena en 1781.

En 1975, un gobierno militar nacionalista convirtió al quechua en idioma oficial de Perú, junto al español. Pero el reconocimiento legal no frenó la discriminación contra los hablantes de quechua, quienes en su mayoría vienen de zonas pobres y rurales.

En las décadas de 1980 y 1990, durante el conflicto entre el gobierno peruano y el grupo guerrillero “Sendero Luminoso”, algunos pueblos indígenas fueron torturados por los militares y acusados de ser colaboradores rebeldes por el simple hecho de hablar quechua. Esto fue revelado por una comisión de la verdad.

Durante el gobierno de Alberto Fujimori en Perú, miles de mujeres hablantes de quechua fueron víctimas de campañas de esterilización forzada, en las décadas de 1990 y 2000. También se les negó atención médica en su idioma nativo.

“Hemos sufrido 500 años. Caminamos despacio entre cerros y picos nevados para llegar hasta aquí, hasta el Congreso, y lograr que se escuche nuestra voz,” dijo el Primer Ministro, Guido Bellido, el 26 de agosto durante su discurso en quechua.

El señor Bellido, un hablante nativo de quechua, que también habla español fluido, asistía a su audiencia de confirmación después de que Pedro Castillo –el nuevo presidente electo– lo nombrara primer ministro.

Tres minutos después de empezar, la presidenta del congreso, María Alva, ordenó al Sr. Bellido que se detuviera y “tradujera inmediatamente” lo que dijo. No había traductores disponibles, a pesar del estatus oficial del quechua.

Martes 2 de septiembre, 2021. Leila Ccaico, 11 años, juega con una alpaca en el terreno de su familia en Licapa, Perú. Los padres de Ccaico, quienes son pastores de alpacas, dijeron que ella dejó de hablar quechua de forma fluida a los seis años, cuando su hermana se lo pidió por miedo a que los transeúntes se burlaran de ellas. (AP Foto/Franklin Briceno)

“Es tiempo de cambiar. Es tiempo de que todos los residentes de nuestro país se miren entre sí como iguales, sin discriminación,” dijo en quechua el Sr. Bellido a la cámara.

Mientras los legisladores debatían su nominación, sacó casualmente una pequeña bolsa de hojas de coca, se retiró el cubrebocas y comenzó a masticar unas pocas. Esta práctica es común entre pueblos indígenas de los Andes, quienes usan la hierba como un tónico –pero nunca antes visto en las cámaras legislativas.

La madre de Leila Ccaico, Maribel Licapa, dijo que vio el discurso y está de acuerdo con el primer ministro: se necesita hacer más por quienes no hablan español.

La Sra. Licapa dijo que le prohibieron hablar su idioma nativo cuando trabajaba en un plantío sobre la costa de Perú y también cuando trabajó como limpiadora en hogares de familias acomodadas más cerca de su poblado. “Debes hablar español. Yo no entiendo,” le dijo uno de sus empleadores.

“Durante 500 años, el español ha sido impuesto de un modo que refleja los valores racistas y clasistas de la sociedad peruana", declaró Carmen Cazorla, una antropóloga que enseña quechua en la Universidad Católica de Perú. “Esta sociedad subestima a quienes hablan idiomas indígenas, y algunos incluso sospechan que los que utilizan estas lenguas lo hacen para ofender a otros,” dijo Cazorla.

La Srta. Cazorla dirige un proyecto bilingüe en la escuela de Leila Ccaico, donde los niños aprenden a recolectar plantas medicinales y anotar su nombre en quechua. Leila dijo que es la primera vez que escucha comentarios positivos sobre el quechua en la escuela.

“Nuestra maestra nos dijo que el quechua es un idioma muy bueno, y que debemos hablarlo tan bien como el español, porque si no va a desaparecer” dijo Leila.

A pesar de las dificultades a las que se enfrenta el quechua, se han hecho avances. Un canal peruano de televisión, que es propiedad del gobierno, transmite diariamente un programa de noticias en quechua desde el 2016. Docenas de bandas de folklore están produciendo videos en este idioma indígena. Algunas bandas de rock también están experimentando con canciones en quechua.

Actualmente, más de 1.2 millones de niños reciben educación bilingüe en español y lenguas indígenas en Perú, un país con aproximadamente 32 millones de personas. El nuevo Ministro de Educación, Juan Cadillo, declaró que el gobierno busca incrementar el número de docentes bilingües de 54,000 a 60,000 en las escuelas públicas para el próximo año.

La escuela de Leila empezó a enseñar quechua por primera vez en abril, cuando la maestra bilingüe Alicia Cisneros fue transferida a la villa.

Cisneros, de 50 años, va a clase con un bombín color marrón con una flor roja —estilo común entre las mujeres indígenas de la región— para demostrar el orgullo que le da su herencia.

La maestra dijo que le han pedido quitarse el sombrero en bancos, en un restaurante, en una universidad en la capital de Perú y en el Ministerio de Educación. “Me resistí y no me lo quité,” declaró. “Hay momentos en los que te pisotean por tu origen. Pero hay que tener agallas y resistir.” (AP)