My Living Testimony by Mother Tynetta Muhammad

POR MADRE TYNNETTA MUHAMMAD | ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: MAYO 14, 2007 - 9:21:00 AM

 

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El significado del Cráneo de Cristal y la expansión de la consciencia espiritual

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“Yo, Allah, soy el Vidente. Un Libro, cuyos versos se caracterizan por la sabiduría, se vuelven luego evidentes, por Uno Sabio, Consciente: Que no debes servir a nadie además de a Allah. Ciertamente yo soy quien trae una advertencia de Él para vosotros y quien ofrece buenas nuevas.”  —Sagrado Corán, Sura 11, versículos 1-2

 

Cuando el Honorable Elijah Muhammad anunció su partida en su residencia de Chicago, ante mí misma y sus Obreros como testigos, declaró que “él y su esposa tenían que dejar el país para ocuparse de asuntos muy importantes”.

Yo no tenía idea que sería la depositaria de una parte de sus Enseñanzas e Instrucciones que no alcanzaría la realización sino hasta 32 años después, en un tiempo en que él comenzó a manifestarse física y espiritualmente ante el Honorable Ministro Farrakhan, y gradualmente, ante algunos otros testigos.

El Honorable Elijah Muhammad llegó a México por primera vez durante las fiestas de Pascua. Dos de mis hijos me acompañaron, pues fuimos enviados a México una semana antes para preparar su hogar recién adquirido. Para mí era increíble que todo fluyera tan exquisitamente a tiempo, que exactamente una semana después de nuestra llegada, él apareciera acompañado por uno de sus hijos mayores y un nieto. Esto ocurrió en abril de 1974. Fue en febrero del mismo año que él dio su último discurso del Día del Salvador y fue anfitrión de la primera cena con familia y obreros en su nueva residencia en el Palacio.

Todos los muebles de la casa fueron hechos a mano en México. En un periodo de 24 horas antes del Día del Salvador, una huelga de camiones impidió la entrega de mercancías en carreteras estadounidenses. Rezamos por un milagro, esperando que los muebles que pasaban por la aduana mexicana cruzaran a tiempo y lograran llegar a Chicago. Suena increíble, pero el Honorable Elijah Muhammad fue contactado por la oficina de aduana de Chicago, quienes informaban que los muebles habían llegado y mandarían una inspectora a su residencia para inventariar cada pieza del mobiliario.

De un lado de la entrada del Palacio estaba yo, de pie, junto al Honorable Elijah Muhammad. Del otro lado estaba la inspectora con la lista del inventario de los muebles. Registró cada pieza del mobiliario conforme fue descargada y llevada hasta la puerta, a tiempo para el Día del Salvador de 1974.

Solamente Alá y su Siervo, el Honorable Elijah Muhammad, sabían lo que venía después. En los 32 años que pasaron desde ese día, he visto y experimentado mucho. Es por eso que ha llegado la hora de contar mi historia y presentar mi testimonio, continuamente viajando junto al Sabio, el Honorable Elijah Muhammad y su compañero, el Honorable Ministro Louis Farrakhan, sin dudas y sin miedo.

 

Una de las fotos anteriores muestra el Cráneo de Cristal Hedge Mitchell que fue descubierto en Belice a principios del siglo XX, en las ruinas mayas de Labutaan, una zona arqueológica. Ese cráneo completo de humano nos transmite una sabiduría antigua que se recicla en nuestro mundo hoy, portando el cambio y la expansión de la consciencia espiritual. Estas fotos fueron publicadas en febrero del 2002, en el periódico La Última Llamada, bajo mi columna, “Revelando el número 19”. También podemos ver en las fotos que el perfil del Honorable Elijah Muhammad se alinea perfecto con el rostro del Cráneo de Cristal.

¿Existe una conexión entre el descubrimiento de estos Cráneos de Cristal que se revelan al público como parte de un secreto y antiguo sacerdocio que alguna vez gobernó utilizando el poder de la mente para transmitir pensamientos entre unos y otros? Conforme seguimos desvelando el misterio de los Cráneos de Cristal, nos transformamos gradualmente en nuevas creaturas de Dios a través de la Fuerza y Poder del Pensamiento, y el Poder de la Luz Divina de Dios.

 

“A Allah es vuestro retorno, y Él es Poseedor del poder sobre todas las cosas. Ahora bien, ciertamente ellos cubren sus pechos para esconder de Él (su enemistad). Ahora bien, ciertamente cuando ellos visten sus ropas para cubrirse, Él sabe lo que ocultan y lo que hacen patente. Ciertamente Él es conocedor de lo que hay en los pechos.” —Sagrado Corán, Sura 11, versículos 4-5